Mi Vida en Benin

sábado, 14 de marzo de 2009

Y yo también tengo un sueño…

“que algún día mis (…) hijos vivan en un [mundo]
en el que no sean juzgados por el color de su piel,
sino por el contenido de su carácter”

Martin Luther King, Jr.

Ya he pasado dos meses y medio en Pobe. Han pasado muchas cosas. Hasta ahora me he dedicado a tratar de percibir dinámicas generales del pueblo donde vivo. Creo que voy avanzando poco a poco. Sin embargo, este trabajo es bastante lento, pues como todo principio en una tierra ajena, uno tiene “invertir en relaciones”, conocer a la gente y aprender los códigos culturales para relacionase, lo cual no ha sido fácil en ocasiones.

No he escrito mucho aquí pues, por una parte, he pasado la mayor parte del tiempo ocupada con mis notas de campo y, por otra, quería realmente darme el tiempo de escribir este post y no encontraba las ganas y la claridad emocional para hacerlo. Se trata de una de las cosas que hasta hora me han costado más trabajo: lidiar con las percepciones de “pobreza” y de diferencias “raciales” que tiene la mayoría de la gente. Entre las dos, la que me ha costado mas trabajo es la segunda. Podría decir que he ido percibiendo una cierta contra-parte de esa relación difícil que existe entre Europa y África, y de la que hablaba en un post anterior.

Cada extranjero que visite Benin se dará cuenta que cada vez que camine por las calles y lugares públicos la gente le llamara Yovo u Oyinbo, dependiendo de la región que visite y de la lengua local que se hable. Yovo, en Fon, y Oyinbo, en Yoruba, significa “blanco”, es decir, gente con el color de piel blanca y principalmente se refieren a las personas de origen europeo. Es mas, los niños tienen una canción que dice: “Yovo, yovo, bonsoir, ca va bien? merci”, la cual te cantan repetidamente y con gran entusiasmo cada vez que te ven. Antes de venir yo ya sabia que este era el caso, pues un amigo me había dicho que después de un tiempo se volvía algo muy incomodo. Yo al principio no lo creía y pensaba que quizás era una exageración. Pero, después de un par de semanas de estar aquí y, tal como mi amigo me había advertido, uno se empieza a cansar de que la gente te llame así cada vez que pasas frente a ellos o cada vez que interactúas con ellos. Al principio, trataba de saludar a los niños cada vez que me llamaban y de no darle importancia. Sin embargo, poco a poco me fui dando cuenta que este “inocente” llamado, también contiene una gran carga de hostilidad, sobre todo cuando es dicho por ciertos adultos y adolescentes. Es una experiencia que se convierte, hasta cierto punto, en una sensación de acoso.

Después de un par de semanas, me di cuenta que lo mas difícil de ser llamado Yovo u Oyinbo, no es tanto el hecho del “mote” en sí, sino del ser asociado con una serie de prejuicios raciales que existen hacia el “blanco”. Llegue a la conclusión de que este tipo de situaciones, en las que la gente te llama despectivamente “la blanca” o “el blanco” y te trata con el mismo desprecio, no son otra cosa más que racismo puro. Es decir, la acción de juzgar y tratar de manera negativa a una persona, simplemente por el color de su piel. Desafortunadamente, pocas veces se habla sobre y se condena este tipo de racismo hacia “el blanco” que existe en muchos países del llamado tercer mundo. Este es un racismo que es también muy complejo. Es un racismo que particularmente sucede en países que fueron colonizados en algún momento de su historia. Tristemente, los pueblos colonizados aprendimos a vernos como si fuéramos inferiores, como si tener un color de piel obscuro fuera sinónimo de ser feo o menos capaz. A su vez, es una falsa admiración por el “blanco” que a la larga se traduce en recelo y rencor hacia uno mismo y hacia el “otro”, que se manifiesta en un autodesprecio y en agresión hacia aquel que se considera como si fuera mejor a nosotros mismos.

Debo admitir que vivir esta situación me ha hecho pasar por una gran cantidad de emociones. Al principio, había noches en las que me despertaba llorando y no sabia porque. Así que me puse a tratar de “contactar” ese sentimiento. Analizando un poco de donde venía, me di cuenta que era una sensación familiar, similar a la que muchas veces experimente de niña en México. Estoy segura que muchos mexicanos habrán compartido ese sentimiento cuando algunos adultos y compañeritos de la escuela decían, entre tono de burla y compasión, cosas como “ah la morenita” o “ah es la mas prietita de la familia”. Recuerdo muy bien una ocasión que regrese llorando de la escuela y le pregunte a mi mamá porque las maestras siempre escogían a las niñas “güeritas” para participar como virgencitas en la pastorela o como princesas o reinas de la primavera. Mi mamá en aquel entonces me contesto: “Y tú porqué crees que las europeas vienen a asolearse a nuestras playas? Pues para tener la piel morena como tu! La próxima vez que te digan algo sobre tu piel, diles que la virgen de Guadalupe también es morena”. Gracias a mi madre aprendí a apreciar y portar con orgullo mi tez morena indígena, pero no todo mundo ha corrido con la misma suerte que yo.

Hoy ya no me importa tanto que me vean como morena, blanca o negra, lo que se me hace injusto de esta situación y que me cuesta trabajo aceptar es tener que “cargar” con los prejuicios que existen hacia una cultura e historia que ni siquiera son las mías. Ser identificada con algo que no soy. A veces siento que aquí no puedo hablar y decir quien soy y de donde vengo, pues de entrada, a mucha gente simplemente no le interesa. Para ellos soy “blanca” y punto. Mucha gente no diferencia entre lo que es ser marroquí, libanés, mexicano u otro. Una vecina me decía que para ella no importa que sean libaneses u otro, finalmente todos son blancos. De manera similar, otro joven opinaba que solamente en África la gente es negra y en el resto del mundo todos son blancos. Y bueno, tendré que decir que las novelas mexicanas que transmiten en la televisión beninesa dobladas al francés tampoco ayudan mucho a cambiar estos estereotipos, pues aquellos que siguen saliendo en la mayoría de los programas de televisión y novelas mexicanas son los “blanquitos”.

Ser clasificado como “blanco” tiene una carga muy fuerte. En un lugar como Benin, donde el pasado histórico de la esclavitud guarda un peso muy importante, el ser blanco se traduce en sinónimo de ser “rico”, colonizador y explotador, mientras que el negro se convierte en víctima, pobre y jodido. Así que mucha gente aprovecha para sacar partido, y por supuesto desquitarse, en cada encuentro que tienen con el “blanco”… No los juzgo, tienen motivos para pensar así y para guardar tal resentimiento. No obstante, estoy convencida de que este tipo de actitudes también reproducen actitudes racistas y las diferencias que ellos mismos condenan. Al hostilizar al “blanco” ellos también se marginalizan y resaltan sus propias diferencias. Finalmente, hacerse pasar como víctima también evade el hecho de tomar responsabilidad de los propios problemas económicos, sociales.

Creo que conforme avanza mi estancia aquí he optado por ignorar y aceptar las cosas como son, pues uno no puede avanzar contra corriente. Es difícil que una persona pueda cambiar la mentalidad de grupos sociales enteros. Sin embargo, todavía hay días en los que salgo a la calle y me fastidia escuchar que me llamen Yovo u Oyinbo. Pero mas que nada, me entristece e indigna profundamente ser testigo de que el racismo existe en muchas formas y que ningún pueblo en el mundo se salva de cometerlo. Es uno de los peores defectos humanos.

sábado, 17 de enero de 2009

Mas fotos de familia


Inesia aprendiendo a coser

Inesia y su mama

Justin lavando su ropa

Jean y Clarisse

Celestine (un poco fuera de foco)

Ferdinand

Femi

lunes, 12 de enero de 2009

Chez Kouhouno: algunos miembros de la familia donde vivo.

El bebe Samuel. Hoy cumple dos meses.

Las ninias acarreando agua. La primera es una chica que es aprendiz en el taller de costura de la seniora (Maman. La pequenia en medio es Femi, tiene tres anios. La siguiente es Natalie, maniana cumple cinco anios.

Natalie

Maman Inesia (su nombre es Fabienne pero como muestra de respeto la gente llama a una seniora Maman y el nombre del primer o la primera hija) Femi o Vikis y Natalie.

Celestine, tiene seis anios.

sábado, 3 de enero de 2009

Desde Pobe...

Han pasado ya casi tres semanas de que llegué a Benin. El tiempo se ha ido muy rápido y también han pasado muchas cosas. He estado ocupada instalándome y escribiendo mi diario de campo. Afortunadamente, como todo es nuevo para mí, he tenido mucho que escribir. Además, estaba muy atrasada con las notas, pues cuando Tony estuvo conmigo (las primeras dos semanas), no tuve mucho tiempo para escribir. De hecho anduvimos de un lado a otro: de Cotonou a Pobe, comprando e instalando cosas para mi nuevo hogar; asistí a un seminario organizado por LASDEL, mi institución receptora, en Parakou y el único tiempo que tuvimos para descansar un poco fueron el 24 y 25 de diciembre que pasamos en la playa, en Ouidah, para festejar la Navidad. Ahí gozamos de una cena al lado del mar con un espectáculo de danzas africanas y un Papa Noël (Santa) negro que se reía muy chistoso. De ahí regresamos a Pobe y Tony se fue el 26…

Así que ya llevo una semana viviendo de manera permanente en Pobe. El departamento donde vivo es muy cómodo. Tengo agua potable, electricidad, dos cuartos, dos baños, una salita, cocina y una pequeña terraza. Además, cada cuarto tiene un ventilador en el techo. [Mi recamara]
De hecho, al principio me sentía un poco intimidada pues pensaba que era un poco lujoso para el contexto en el que vive la mayoría de la población y temía que esto fuera a incrementar, el ya de por sí, inevitable hecho de estar un poco fuera de lugar. En muchas partes de África, tener agua potable y electricidad quizás sea un lujo, sin embargo, las ciudades y pueblos mas grandes de Benin cuentan con estos servicios, claro, con sus desperfectos e irregularidades, pero funcionan. También me he dado cuenta que aquí en Pobe hay una gran diferencia de clases, que se nota en el tipo de habitación. He visto que hay chozas de adobe y techo de paja, hasta casas de tres o cuatro pisos con antenas parabólicas. [Casa que veo desde la terraza de mi casa]
Creo que en ese sentido, Pobe es como muchas ciudades y pueblos en varias partes del tercer mundo. Así que ahora pienso que más bien vivo en un lugar de estándar medio y, como extranjera, la gente también espera y se le hace normal que uno viva con ciertas comodidades. También creo que Tony se quedó mas tranquilo sabiendo que tengo todo lo necesario para vivir. Lo único que no me gusta de mi lugar son las paredes de color azul y verde que tienen los cuartos y el hecho de que ya he visto y tenido que matar dos cucarachas gigantes en mi cuarto y que no tengo ni idea de por donde se meten. Creo que se meten por la ventana, o bien, por el baño que esta al lado, pero aunque trato de mantener la puerta del baño cerrada, no se en qué momento se han colado. Sin embargo, debo admitir que, además de las susodichas cucarachas e incansables hormigas, soy sumamente afortunada por no tener mayores problemas de alimañas, ratas o ratones y espero que así continúe por mucho tiempo.

El lugar donde vivo es un departamento dentro de un terreno familiar (family compound). El propietario, quien es de Porto Novo pero que se instaló en Pobe desde hace varios años, vive aquí con su familia y ha construido seis apartamentos que renta a personas que vienen a vivir temporalmente a Pobe por razones laborales. Aun no conozco a todos los vecinos, pues la mayoría se fue a sus lugares de origen por las fiestas decembrinas. Los departamentos están divididos en dos “torres” de tres. Así que yo estoy en un tercer piso y el propietario vive en el otro tercer piso. Su mujer con sus hijos viven en la planta baja, junto con otras dos familias que también rentan en la planta baja. Acá es costumbre de que el hombre tenga su propia casa o cuartos y la esposa normalmente duerme con los hijos en otra casita pero dentro del mismo terreno. La razón por lo anterior es porque antes, y todavía algunas familias, por ejemplo las musulmanas, tienen matrimonios polígamos, es decir, un hombre tiene muchas esposas, y cada esposa dormía en cuartos o casas separadas con sus hijos correspondientes. Sin embargo, poco a poco los matrimonios, sobre todo los cristianos, han optado por la monogamia. Este es el caso de esta familia. Sin embargo, tengo entendido que el senior tenía una primera mujer, y esta falleció. Ignoro si después del fallecimiento de esta mujer el señor se haya vuelto a casar o simplemente tenía dos mujeres. Sin embargo, por la edad de los hijos de la primera esposa, yo deduzco que el señor se volvió a casar después del fallecimiento de la primera.

Estos últimos días he convivido mucho con la familia del propietario, pues me han involucrado en el festejo del fin de año. Para ellos el fin de año es una gran fiesta, mucho más que la navidad, pues esta última es como mucho más reciente y más bien de influencia europea. La familia tiene un montón de hijos. Cinco son hijos de la actual señora, de los cuales, cuatro son niñas entre ocho y cuatro años, que por cierto, las cuatro son adorables, y un bebe de un mes y medio que no hace nada, es súper quieto y solo abre los ojos grandes, grandes. Dos adolescentes, una chica de 17 y un chiquillo de 13, son hijos de la primera mujer y tres jóvenes, entre 17 y 20, son sobrinos del señor, que adoptaron hace diez años cuando quedaron huérfanos. Todos ellos se han portado súper lindos conmigo, han sido muy, muy amables. Los chicos se me hacen súper nobles y el chico de 13 años, en particular, tiene una sonrisa y un brillo en los ojos muy especiales. Llevo a penas una semana y siento que ya me estoy encariñando con ellos. La señora también es muy linda. Ella es costurera (ya se a quien encargarle mis vestidos africanos) y tiene su taller justo en frente de la casa, así que siempre hay alguien abajo y siempre están las niñas, a quienes escucho reír y jugar todo el día. La más pequeña, en particular, esta loquita pues siempre anda corriendo o brincoteando de un lado a otro y si no se esta riendo, esta llorando porque ya se cayó. Además, tienen una risa muy franca. Al señor casi no lo veo, pues además de que se nota que es tímido, casi siempre esta afuera ya sea en el trabajo o no se donde, o en su casa arriba. Sin embargo, él también es muy amable y como me dijo Faustin (el chico que me hizo el favor de buscarme el departamento), el senior es muy decente.

En pocas palabras, ésta es la familia y el lugar donde vivo. Tratare de sacar fotografías de cada uno y las pondré muy pronto.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Momento de Partir

Maniana me voy... y me siento un poco rara. Es un sentimiento familiar que a veces tengo antes de partir: una sensación de vacío en el estómago, con una mezcla de entusiasmo pero tambien de tristeza. Veo todo empacado, los espacios que quedan semivacíos y de pronto puedo sentir cómo voy a extraniar este espacio, mi casa, mi cama y mi vida aquí.

Las despedidas siempre son extranias. En especial porque siento que esta partida se ha prolongado mucho y los tres últimos meses han estado llenos de alti-bajos de todo tipo. Después de varias conversaciones con algunas personas en relación con mi partida, he estado pensando muchas cosas. Por un lado, me dió mucho gusto recibir correos de algunos amigos y familiares, para quienes principalmente decidí abir este blog. Pero tambien, ha habido otras conversaciones que me han dejado un poco confundida, con una cierta ansiedad en el estómago y dándole vueltas en mi cabeza a una serie de cosas que he ido percibiendo poco a poco y pensado desde hace algún tiempo.

Por ejemplo, hace una semana, fuí a tomar un cafe con uno de mis asesores, quien me invitó a platicar de manera informal sobre el trabajo de campo. No sé porqué, pero este tipo de conversaciones en torno al trabajo de campo me causan cierta molestia. Quizás porque muchos de los estudiantes que regresaron el anio pasado, no hacían más que hablar casi todo el tiempo de sus experiencias, asumiendo que uno es un completo neófito, que no sabe nada sobre "el campo"... Como si ellos ya hubieran sido inciados en el oculto arte del quehacer antropológico y su deber fuera guiar, develando paulatina, pero parcialmente aquello que nos espera a los que supuestamente nunca hemos pisado "el campo", Ha! Pero en realidad lo que me molesta es una cierta soberbia en la actitud y un aire de cuasi-sacralidad que se le atribuye al "campo".

En fin, mi asesor -a quien a pesar de esta conversación aprecio y respeto- inició la conversación con algo así como: "Yo se que aquí en esta institución se ve y se describe al trabajo de campo como una experiencia fascinante, pero quiero que sepas que no siempre es así. No sé que expectativas tengas, pero quiero que estes consciente que puede ser también un proceso muy muy difícil". Y bueno, todo apuntó finalmente, a la cuestión del choque cultural y de lo difícil que puede ser vivir en África. Me decía que mientras unos terminan adorando África, para otros les resulta muy muy difícil. Y bueno, me daba el ejemplo de este muchacho escocés quien dice sentirse más en su "hogar" cuando esta en su "field site" que cuando está en Londres. O como él, para quien su experiencia de campo, le causó gran impacto, sobre todo al ver las condiciones de pobreza, del SIDA y demás. Sin embargo, no sé, me quedé un poco triste al pensar en lo poco que él me conoce y lo poco que él tambien sabe sobre mis experiencias anteriores. Pero quizás tambien en lo injusto que puede ser el asumir que uno puede experimental el mismo tipo, o grado, de choque cultural. Como que a veces se les olvida que uno no nació en Europa o en Estados Unidos, y que uno también creció en otros contextos y ha visto otras realidades.

Y bueno, todo esto viene por la cuestión de cómo me he sentido tantas veces en Londres, especialmente durante mi tiempo dentro de dicha institución educativa y mis percepciones sobre la difícil relación que esta parte del mundo mantiene con Africa u otros lugares del llamado "Sur". Uno pensaría que el colonialismo es cosa del pasado. Sin embargo, desafortunadamente, las marcas del mismo han quedado de una manera muy particular. Empezando porque los ingleses siguen haciendo investigación en sus ex-colonias y los franceses también. No digo que ésta sea la norma, pero sí hay una tendencia muy fuerte a mantener vínculos tanto educativos, culturales, como de la llamada "cooperación para el desarrollo". Es así que existen una serie de actitudes muy ambiguas.

Por un lado, me he topado con gente, sobre todo jovenes -como la chica que el otro día me cortó el cabello- quienes ven a África como casi casi un paraíso perdido, donde la naturaleza todavía puede encontrarse en un estado "puro", donde la gente vive sin presiones del tiempo y del horario que uno tiene en la "vida moderna". Donde, en palabras de esta chica "uno puede ser uno mismo". Claro! sobre todo cuando estos jovenes han crecido en una sociedad como la inglesa donde existe tanta formalidad y rigidez en ciertos códigos sociales. En fin! Pero por otro lado, está la posición de aquellos que ven a Africa con un cierto grado de culpabilidad. Como un agujero negro, con los peores problemas de pobreza y de miseria humana. Entonces, hay que ayudar a esa pobre gente a salir del hoyo. Hay que inyectar dinero para que puedean tener "desarrollo", en pocas palabras, civilización. Entre este tipo de personas podemos encontrar a Mr. Bono y compania... No sabría decir si estas dos visiones son opuestas o, mas bien, complementarias. Pero sí tienen un denominador comun: un Africa hasta cierto punto "salvaje", sin o con, los peores demonios de la civilización y del ser humano. Entonces toda esta gente une esfuerzos y se compromete a recabar fondos para enviar a los pobres ninios de Africa, y para ello se utilizan folletos o propaganda sentimentalista donde muestran retratos de ninios sonriendo ante las camaras y mujeres bailando...

No sé, a final de cuentas, qué terminará causándome mas choque cultural, si estudiar en una de las universidades que hoy en día se reconocen como centros "lideres" en la producción del conocimiento o el irme a vivir a un pequenio pueblo en Africa. El proceso de venir a estudiar antropología aqui a Londres ha sido, de por si, un gran reto y ejercicio a mi paciencia. Ha sido volver a empezar de cero. Uno no es nadie para ellos en estas tierras. Desafortunadmente, las diferencias de centro-periferia en los medios académicos aún son fuertes. La antropología que se produce fuera del "centro", digase Inglaterra, Francia y Estados Unidos, pocas veces llega a tener reconocimiento. Hoy en dia aun existe, por lo menos aquí, cierta renuencia a involucrarse con antropólogos o instituciones "locales", digase todos los demas. Como si el conocimiento que se produce en estos "centros" fuera el único valido o legitimo.

Esto ha ocasionado que desafortunadamente sigamos aprendiendo y aprehendiendo Africa, entre otras regiones del mundo que comparten los mismos "problemas de desarrollo", a través de ciertos "centros". Quizás Africa es solo el ejemplo mas radical, pero finalmente, esta distorsión de las cosas también se aplica para otras regiones del mundo, incluyendo China. Eso es algo que todo este tiempo me ha dejado una espinilla y no deja de causarme contradicción. Lo que me entristece más es que quizas los que no pertenecemos a esos "centros", sigamos legitimándolos al verlos como si de verdad fueran las mecas del conocimiento. Por ejemplo, hace un par de anios trabajé en un instituto al que algunos gobiernos, incluyendo el britanico, comisionan trabajos de investigación para formular o evaluar políticas en materia de "desarrollo". La persona que me contrató buscaba a alguien que le ayudara a hacer investigación en espaniol y en francés sobre el dichoso tema del "empoderamiento" -muy en voga por cierto. Lo que más me sorprendió fue ver que la mayor parte de la literatura sobre el tema tomaba como base referencia a autores ingleses y eran, como quien dice, refritos de estas visiones, a pesar de que, las experiencias prácticas de los procesos sociales son bastante distintas de una region a otra. Cuando comentaba esto con aquella investigadora ella me dijo con cierta ironía, pero tambien tristeza: "es verdad, todos estamos cortados con la misma tijera, no?".

Quizás esta es una de las muchas razones por las que quise hacer trabajo de investigación fuera de México. Será posible que algún dia podamos retar estas visiones?, o por lo menos, sera posible que el simple hecho de tener otras experiencias históricas y culturales nos ayude a dar una visión distinta de las cosas? Pero no se, a veces me da un poco de temor pensar que tal vez para el tiempo que termine el doctorado tambien terminaré siendo parte del "status quo" y terminen "cortándome con la misma tijera".

lunes, 10 de noviembre de 2008

Mis primeras impresiones

Han pasado cuatro meses desde aquel viaje a Benin en Julio. Desde entonces había pensado escribir mis primeras impresiones y, por una u otra razón, lo he ido posponiendo. Si pudiera describirlas en pocas palabras diría que Benin me resultó mucho más familiar de lo que esperaba. Fué interesante y, a la vez, placentero "conectar" con una raíz cultural en un lugar geográficamente tan alejado de "casa".

Pero esto no es extraordinario, pues la influencia africana en Latinoamérica proviene precisamente de esta región de África Occidental. De hecho, el antiguo reino de Dahomey, que se encontraba en el actual territorio de la República de Benin, fue uno de los principales captores y exportadores de esclavos durante los siglos XV-XVIII. Los Portugueses, Franceses y Holandeses tenían bases permanentes en Ouidah, de donde partían barcos repletos de esclavos hacia el Nuevo Mundo. Así, los africanos de esta región llevaron a América sus ritmos e instrumentos musicales, creencias, artes, entre otras cosas. Pero también los europeos llevaron a África productos e influencias del continente Americano como el chile, el maíz, el frijol, y tomate, que hoy en día constituyen parte de la dieta básica de los Benineses. Desde entonces, el intercambio no ha cesado.

Ahora con la tecnología, el intercambio de ideas e información continúa. Por ejemplo, el primer día que estuvimos en Cotonou (la capital económica), ví en la televisión del hotel un documental Francés sobre los Taraumaras y el norte de México. Fue bastante raro ver en la televisión algo tan familiar pero explicado hacia una audiencia extranjera, jaja. También encontré que los Benineses disfrutan sentarse por las tardes a ver la transmisión de telenovelas latinoamericanas dobladas al Francés. De hecho, un par de personas, en cuanto les dije cual es mi nacionalidad, me dijeron "ah si, las telenovelas Mexicanas!" jaja, no cabe duda que hoy en día son la mayor exportación de México.

En Marruecos me pasó algo similar. Platicando con un taxista, le comenté que soy mexicana y él me dijo "ah las películas mexicanas nos gustan mucho aquí en Marruecos". Yo pensé "cuáles? con que no sean las de Lola la Trailera". Y me dice "Pedro infante". "Ahhh..." -pense- "fiuuuufff que bueno que les lleguen las buenas". El taxista decía entusiasmado que los Marroquíes se identifican mucho con esas películas y que por eso les gustan. Esa vez me quedé pensando que es cierto, tenemos mucho en común. Por un lado, por cuestiones históricas (sobre todo la influencia árabe del norte de África en Espania), pero por otro lado, compartimos las mismas problemáticas del llamado "subdesarrollo" y las situaciones de pobreza que de ello se derivan (pero bueno, el tema de la "pobreza" es otro que requiere un post aparte).

Esto me hace recordar que en varias ocasiones he escuchado comentarios de mexicanos citadinos que dicen: "es que nosotros occidentales..." Y de hecho, desde que vivo en Europa me di cuenta que no, nosotros no somos occidentales. No sé en qué momento nos creamos esa idea. Sí, el idioma castellano tendrá raíces latinas y griegas, y la cultura "occidental" proviene de la fusión greco-romana, pero sobre todo también anglosajona. No hay que olvidar que, hoy en día, lo que entendemos por "Occidente" esta muy relacionado con el predominio de la cultura anglosajona. Por eso pienso que, es cierto, quizás habremos tenido una educación occidentalizada, pero eso no nos hace -gracias a la vida-, occidentales. Así como también, el compartir ritmos musicales africanos, no nos hace africanos. Es más, pienso que quizás hasta compartimos más elementos culturales con Marruecos o Benin, que con "Occidente".

Entonces, en qué momento aprendimos a vernos tan distintos y distantes? Y por qué razón nos empeniamos en seguirnos y seguirlos viendo a través del espejo de aquello que no somos?

sábado, 1 de noviembre de 2008

Angélique Kidjo

Los benineses la describen como la mejor exportación musical de Benin.



sábado, 13 de septiembre de 2008

De proyectos y otras cosas medio "nerd"

A veces me frustro porque mi tema de investigación lo siento un tanto arbitrario, abstracto y especulativo. Sin embargo, así es como aquí llevan a cabo investigación. Primero, se hace una revisión critica de la literatura que existe sobre el tema y, a partir de ahí se formulan las preguntas de investigación. Después, uno va “al campo”, levanta su etnografía y regresa a escribir la tesis. Muchos terminan escribiendo una tesis completamente distinta de lo que habían planteado en sus proyectos, pues normalmente, la realidad es completamente distinta a la “ficción teórica”. De hecho, hace algún tiempo me ponía a pensar que esta forma de llevar a cabo investigación es un tanto diferente a la manera en la que se hace en México. Por ejemplo, allá muchas veces el tema de investigación surge a partir de una o varias visitas de campo preliminares, donde se encuentra cierta problemática a analizar. Así uno regresa, se pone a revisar la literatura existente y después se escribe el proyecto. Por un lado pienso que la manera de hacer investigación en México es ventajosa en el sentido que se tiene mayor certeza del producto final, o al menos, de lo que se encontrará en “el campo”. Sin embargo, la desventaja de este “método” es que uno no esta necesariamente obligado a hacer un ejercicio especulativo, que a fin de cuentas es un buen ejercicio del proceso por el cual se construyen las teorías. Hmm, quizás por eso nos critican de “empíricos”. Pero a final de cuentas no se que sea mejor, ser demasiado “empírico” o demasiado “especulativo”. En fin! Dejando a lado los debrayes epistemológicos ahora hablaré de mi tema de investigación.

El título de mi proyecto es: Politics, Kinship and Religion in Pobe: Analysing patron-client relations and corruption through the lens of religious conversion in the Republic of Benin. En pocas palabras, se trata de analizar la influencia de la creciente proliferación de Iglesias Pentecostales en las relaciones políticas de Benin. Es decir, de qué manera los procesos de conversión religiosa al Pentecostalismo (los cuales enfatizan la adquisición de una moral estricta, que enfatiza la ruptura con todo lo que se asocia con "el pasado", incluyendo tipo de creencias, relaciones y prácticas culturales), contribuyen -o se piensa que contribuyen- a reformular las relaciones sociales de parentesco y patron-clientelares basadas reconocimiento de un ancestro común y un linaje. Estas transformaciones resultarían importantes si se toma en cuenta que, en muchas sociedades africanas, incluyendo Benin, las relaciones de parentesco se consideran cruciales en la definición y legitimación de formas de autoridad y la manera en la que se articulan las relaciones políticas.
Desde el punto de vista convencional de organizaciones como el Banco Mundial, la corrupción es el uso de los bienes públicos para beneficio privado. Así, muchas de las relaciones patrón-clientelares que articulan las relaciones políticas en África se consideran corruptas. Como resultado, en el marco de las políticas anticorrupción, se ha promovido la llamada descentralización del estado y delegado la provisión de serivicios públicos a muchas ONGs y asociaciones civiles. Sin embargo, hay que tomar en cuenta, que en su mayoría, especialmente en África, éstas tienen un perfil y origen religioso, sobre todo Cristiano y de tipo Pentecostal.
Por otro lado, desde el punto de vista antropológico, la corrupción es considerada un fenómeno sobre todo de carácter moral. Algo o alguien es corrupto cuando sus acciones se consideran incorrectas o moralmente inaceptables. Así, algunos antropólogos dicen que, para muchos africanos, algunas prácticas de tipo clientelar -que en otro contexto se considerarían como nepotistas o corruptas- no son necesariamente corruptas siempre y cuando se trate de ayudar a un familiar, debido a las normas de reciprocidad y ayuda mutua que rigen las relaciones de parentesco.
Sin embargo, el escenario se complica cuando tomamos en cuenta que estas normas de reciprocidad entre familiares tambien han sido retadas por nuevas condiciones como la migración, cambios económicos y la influencia de nuevas ideas, sobre todo las religiosas. Tomando en cuenta este contexto, mi proyecto busca explorar de qué manera la influencia de este tipo de Iglesias reta o reformula las formas de autoridad y los discursos sobre el poder que se basan en los principios de pertenencia a un linaje común, y al mismo tiempo, de qué forma las formas locales de poder ejercen su influencia en las nuevas ideas y prácticas religiosas.
Creo que ya me extendí demasiado. Bueno, el caso es que a grandes rasgos ésto es lo que iré a "investigar" a Benin y, dentro de un año, será curioso comparar estas ideas con el resultado final.

jueves, 7 de agosto de 2008

De regreso

El viaje fue todo un éxito y resultó bastante productivo. Todo salió mejor de lo que esperaba. Por lo pronto, decidí que mi próximo "field-site" será Pobé, una población de alrededor de 30,000 habitantes que se localiza entre Porto Novo, la capital, y Ketou, uno de los reinos Yoruba más antiguos. Pobé es precisamente la población que aparece señalada en el mapa que ilustra este blog. La elección fue hecha con base en que se trata de un lugar con ubicación estratégica. Tiene carretera pavimentada, cuenta con un hospital y, lo más importante, cuenta con una gran variedad de iglesias de todo tipo: Cristianas en sus diversas denominaciones, y por supuesto, la Católica y Musulmana. Además, Pobé se encuentra muy cerca de la frontera con Nigeria. Es decir, su ubicación la hace una población que esta expuesta al intercambio de ideas religiosas, culturales y, además, a las relaciones comerciales con ese país.
Bueno, ya hasta tengo teléfono celular con numero local y un asistente de investigación que es estudiante de antropología y trabaja sobre conflictos religiosos. Las personas de LASDEL (Laboratoire d'Etudes et des Recherches sur les Dynamiques Sociales et le Développement Local) fueron muy amables. Mis impresiones y fotografías del país las postearé muy pronto...

jueves, 3 de julio de 2008

Inicio

He estado pensando inaugurar este espacio desde hace tiempo. Por alguna razón, quería esperar hasta que la fecha de partida estuviera cerca. Así que creo que el tiempo ha llegado. Dentro de una semana iré por primera vez a Benin. Tony y yo estaremos allá dos semanas y media. Tengo como objetivo conocer mi futuro “field-site” y entrevistarme con los investigadores que trabajan en el instituto donde estableceré mi afiliación académica. Como algunos ya saben, mi estancia en Benin es parte de mi trabajo de campo para completar mis estudios de doctorado. Esta es quizás la parte más importante del proceso de investigación. También es la parte mas divertida, y la que nos transforma significativamente.

Hace algunos años, el trabajo de campo doctoral era como el rito de paso del antropólogo. Hoy en día, sobre todo los que estudiamos antropología en otras partes del mundo ya hemos tenido experiencias de campo antes del doctorado. Sin embargo, por lo menos aquí en Londres, este sigue siendo un rito de paso. Para muchos, este es el primer periodo en el que viven lejos de su familia y de su cultura. Quizás para mi no lo sea tanto, pero también es de alguna manera un paso muy grande, quizás el mas radical que he dado hasta ahora en mi vida. El otro día pensaba que hace cinco anios, cuando decidí venir a Europa, tambien estaba nerviosa y emocionada. También vine con las expectativas abiertas, no sabia que iba a pasar, que iba a encontrar. Sin embargo, en aquel entonces, tenía mayores referentes culturales, por ejemplo, habia venido de viaje cuando tenia 15 anios. En África es distinto, no se como será, me imagino algunas cosas, pero se que hay muchas más que iré descubriendo poco a poco. También estoy consciente de que la mayoría de las personas tenemos una imagen muy distorsionada de África, así que estoy ansiosa por descubrir el verdadero rostro de este continente.

Por lo pronto, los preparativos han consistido en adquirir cantidad de vacunas: fiebre amarilla, meningitis, tétanos, tifus, rabia, hepatitis A y B, y por supuesto, equiparse tanto de ropa como tabletas para protegerse contra la malaria (paludismo). Con decir que la doctora con quien recibimos las vacunas dijo “uy África Occidental es la capital de la malaria”. Con esa advertencia mas vale prevenir ya que, de acuerdo con ella, algunas formas de malaria, sobre todo la llamada cerebral, hacen que con un piquete de mosquito en la mañana estés en la tumba esa misma noche. Es cierto, da un no se qué, pero bueno, también he conocido a varios europeos que en algún periodo de su vida han vivido en África Occidental y nunca han tenido problemas de salud. Así que me imagino que, como en todas partes, las precauciones y el cuidado son lo más importante.

En fin! inauguro este espacio con el presente “post”. Espero que a través de este medio pueda mantenerme en contacto. No será estrictamente un blog antropológico o sobre mi vida personal, mas bién será una mezcla de muchas cosas, todas ellas en relación con mi estancia en Benin. También me disculparán por la ocasional falta de acentos o "enies", pues mi computadora no tiene tales signos. Si tengo suerte con conexiones de Internet, espero mantener este sitio al día por lo menos cada mes o, en todo caso, mucho más seguido.